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Intendente/Concejales Puerto General San Martín
EL ORGULLO DE SER PUERTENSE
Hubo un tiempo en que Puerto General San Martín era apenas una sombra en el mapa. Nos miraban de reojo, nos reducían a un estigma: “los negros de puerto”. Lo decían con desprecio, como si trabajar con las manos fuera una vergüenza, como si esforzarse cada día fuera motivo de burla.
Pero no entendieron algo fundamental: lo que para ellos era un insulto, para nosotros era identidad. No éramos el patio trasero de nadie, éramos un pueblo con historia, con carácter, con la fuerza de quienes no esperan que las oportunidades lleguen, sino que las construyen con sus propias manos.
El orgullo de ser puertense no nació de la comodidad, sino del esfuerzo. Se forjó en el trabajo de nuestros padres y abuelos, en la resiliencia de quienes jamás se rindieron, en el empuje de una comunidad que decidió cambiar su destino.
Fue con la llegada de Carlos De Grandis y su equipo de trabajo que Puerto dejó de mirar hacia atrás y comenzó a escribir su propia historia de progreso. Construimos calles donde antes había barro, iluminamos cada rincón donde antes reinaba la oscuridad, llevamos agua, gas y cloacas donde antes se nos negaban los servicios más básicos. Pero no nos detuvimos ahí.
Porque el verdadero cambio no está solo en el asfalto o en las luces, sino en la dignidad de cada vecino. Por eso hicimos lo impensado: convertimos a Puerto en la ciudad con mayor inversión per cápita en educación, cultura, deporte, salud y seguridad. Mientras otros nos subestimaban, nosotros construimos escuelas, centros de salud, espacios culturales, polideportivos. Y así, con cada paso, transformamos aquel viejo estigma en un nuevo sentimiento: EL ORGULLO DE SER PUERTENSE.
Hoy, no somos más el pueblo olvidado. Somos el modelo a seguir. No hay ciudad en la región que haya avanzado tanto, que haya crecido con tanto compromiso. Y todo esto no es solo obra de un gobierno, sino de su gente, de cada vecino que decidió ser parte del cambio, de cada persona que entendió que el verdadero progreso se mide por lo que construimos juntos.
Por eso, cuando alguien vuelva a decir “negros de puerto”, que lo diga no hay insulto en eso. Porque si ser de Puerto significa trabajar con orgullo, superarnos cada día y demostrar que nadie nos marca el destino más que nosotros mismos, entonces que quede claro:
Nosotros sentimos “EL ORGULLO DE SER PUERTENSES”.